
RECUERDOS DE MI NIÑEZ. 15 de AGOSTO, DIA DE LA VIRGEN.

Procesión de la virgen de LAS ABEJAS, alrededor de su ermita.
En este día, se celebraba la festividad de LA VIRGEN en casi todos los pueblos de España, siendo una de las mayores fiestas de por aquel entonces.
Y con vuestro permiso, voy a contar uno de mis recuerdos de los años de mi niñez, 9/14 años. Lo hago porque, en aquellos años, esperaba este día con la intranquilidad del crío, que sabe lo bien que se lo va a pasar en ese día de fiesta, muy distinto de lo habitual en él.
En este día, se juntaban tres o cuatro cuadrillas de mi Ciudad, La Calzada, entre ellas las de mi padre. Y para celebrar el día de la Virgen, se iban a comer a un lugar lleno de riachuelos y chopos, que estaba al lado de la ermita de la VIRGEN DE LAS ABEJAS. Por supuesto que solo iban los hombres y algunos hijos, entre ellos, el que escribe.
Por la mañana, los cazadores de la cuadrilla salían a cazar alguna pieza para la comida y, el resto, con todos los utensilios necesarios para hacer la comida, se iban al lugar donde se reunían, normalmente al lado de una caseta de campo que tenían los pastores para refugiarse de la lluvia y del mal tiempo, ya que estaba en un lugar seco, resguardado y con árboles a su alrededor, dando una hermosa sombra que se agradece en este caluroso mes de agosto.
Algunos se dedicaban a cazar y pescar ranas de agua. Los más habilidosos lo hacían a mano y, algún otro, con escopeta. También traían alguna trucha que pescaban a mano. Actualmente ya no hay. El nivel del agua es por lo menos un tercio del de aquellos años. Recuerdo que para ir a la escuela tenían que limpiar las aceras de nieve y en la calle, que es donde la echaban, había algunas veces más de medio metro de nieve. Habría en todo el pueblo tres o cuatro coches.

Ermita, casa del santero y familia.
El plato principal de la comida era una paella de arroz, hecho con las zancas de rana y la caza que conseguían. No recuerdo más platos aunque, eso sí, no faltaba el chorizo que llevaban de casa, el tocino de beta y algunas cosa más. Claro está que, si habían pescado suficiente, se freían las ancas de rana y las truchas independientemente del arroz, para probar otros platos. Todo ello se comía bien regado con vino de Rioja, que se bebía en bota o en porrón.
Después de comer jugaban unas partiditas. Los niños nos íbamos a pescar a mata canto peces o a hacer cualquier otra actividad de entonces y, al atardecer, se recogía todo y de vuelta a la Ciudad de La calzada, para pasar el resto del día en la verbena o tomando unos vinos y hablando con todos los vecinos. Por cierto que, en aquel entonces, no entraban las mujeres a las tabernas. Ellas se quedaban en la puerta y allí les sacaban los refrescos y a los niños, nos daban de beber zarzaparrilla. Recuerdo que me gustaba.
Y esto es todo. Gracias por permitirme recordar unos años felices de mi infancia.

Reparto por el Excmo. Ayuntamiento a todos los que hasta allí se acerquen, en las traseras de la ermita, de la tradicional comida de LENTEJAS CON OREJAS DE LECHON. Hay que llevar plato y cuchara y a los sibaritas, mesas, sillas y demás utensilios de campo, sin olvidar el vinillo que si es de Rioja mejor, más amigos tendrás.
Bien comidos y mejor bebidos, después de la verbena, al anochecer volveremos a la ciudad, sita a 3 KM. Antiguamente andando o en carro de mulas. Ahora en tractor con remolque o casi todos con su coche o esos enormes y destructivos 4 X 4. Cantando una y otra vez. A ver cuanto me dicen que lo han hecho, les ha oído su familia y no le han llamado alguna lindeza.
“Venimos de las Abejas,
Venimos de la Asunción.
Hemos comido lentejas con orejas de lechón”.
-Cantad, una vez, otra vez, otra vez, cada vez más deprisa. (Ánimo, que yo también lo estoy haciendo) y ya estamos llegando a La Calzada.

La Calzada, al fondo, San Lorenzo nevado. Destacando la Moza de La Rioja.
-Glera Berón-