Con motivo de los acuses de recibo de mis últimas cartas dentro de este evento me apetecía compartir este relato aquí:
En mi ciudad, Tres Cantos (Madrid), no hay iglesias de origen medieval ni renacentista, ni siquiera de los siglos XVIII o XIX. Hubo que esperar al final del siglo XX para ver levantada la primera. En 1982 se celebró el IV centenario de la muerte de Santa Teresa de Jesús.

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Sello emitido en 1982
En ese año el papa Juan Pablo II, de visita en España, bendijo en el barrio de Orcasitas (al sur de Madrid) la primera piedra de lo que sería bastantes años después (1990) la parroquia de Santa Teresa de Jesús, en Tres Cantos.
Iglesia parroquial Santa Teresa del arquitecto Andrés Perea.
Tres Cantos es una ciudad a 20 kilómetros al norte de Madrid. Nació bajo decreto en pleno franquismo: en 1970 se aprobaron las llamadas Actuaciones Urbanísticas Urgentes (ACTUR) que pretendían “hacer frente a la demanda de viviendas en grandes concentraciones urbanas, de manera especial en Madrid y Barcelona”. De esas ACTUR la única que se llevó a efecto de forma plena fue la de Tres Cantos, en unos terrenos de Colmenar Viejo en los cuales no había absolutamente nada construido. Colmenar Viejo era un pueblo básicamente ganadero, con algunas zonas de pastos y viñedos.
Aprovecho aquí a mostrar una imagen que algunos ya conocéis porque os la envié hace unos años, en formato de tarjeta postal y en la que vemos la Diligencia en un momento impreciso pero que podría corresponder a las primeras décadas del siglo XX. Esa “Diligencia” hacía el camino Madrid-Miraflores de la Sierra, y en Tres Cantos estaba el cambio de tiro de las mulas. Quiero adivinar que en esas grandes sacas que iban sobre el techo de la diligencia se guardaría también la correspondencia…
Esos terrenos no cambiaron apenas nada en las siguientes décadas, que continuaron siendo pastos agrícolas y viñedos. En los años 70 del siglo XX, con la ACTUR, empezó la construcción desde cero de la ciudad de Tres Cantos.
Con el suelo ya planificado, se formaron cooperativas -muchas de funcionarios - para acceder a él y se empezó a urbanizar. La crisis económica de los setenta paralizó Madrid como punto de atracción. Varias cooperativas fracasaron y a principios de los 80 Tres Cantos era un proyecto fantasma; apenas se habían construido tres o cuatro mil viviendas. Entrada la democracia y recién constituida la Comunidad Autónoma de Madrid, se estuvo a punto de hacer borrón y cuenta nueva y devolver a Colmenar Viejo sus tierras agrícolas y ganaderas.
Sin embargo, el gobierno autonómico de la época, relanzó el proyecto. Pusieron al empresario Ramón Romo al frente de Tres Cantos S.A (empresa promotora) y conjuntamente con los primeros vecinos, “los pioneros”, se retomó la construcción de ciudad, con un nuevo diseño, muy original. La ciudad se dividiría en ‘Sectores’, amplias manzanas cerradas al tráfico con varios edificios, grandes zonas verdes, comercio y equipamientos públicos. La primera ordenanza marcaba hasta la vegetación de cada zona. Así cada sector contaría con sus equipamientos necesarios, deportivo, escolar, etc, y al mismo tiempo, todos ellos comunicados certeramente para ser transitados de forma peatonal en gran parte del recorrido.
La historia de los inicios de Tres Cantos fue difícil para los pioneros; era como un nuevo PAU: había muchas nuevas familias, pero faltaba de todo. No había farmacias, ni recogida de basura, ni oficina de Correos, ni estación de ferrocarril, ni apenas autobuses para conectar con Madrid capital. Cuando empezaron las obras un particular montó un quiosquillo para vender bocadillos a los obreros y luego un bar donde todo el mundo se reunía. Las cartas se repartían ahí, en ese bar.
En muy pocos años Tres Cantos experimentó un crecimiento importante en su población y razonablemente ordenado en lo que era la construcción. En la década de los 90 se independiza de Colmenar Viejo (1991) y hoy es una de las ciudades con mayor nivel de vida y mejor valoradas. Con sus luces y sombras por supuesto.
Aquí vivo yo desde 1997 y aquí recibo vuestras cartas y desde aquí envío las mías para vosotros. Ahora sí que existe una oficina de Correos moderna:
Retomando el inicio de estas breves notas sobre la historia de mi ciudad, confieso que dentro de nuestro evento del Club del Arte Postal varias veces me planteé dibujar, aunque fuera malamente, algunos rincones de Tres Cantos. Y ya habéis dado muestra de ello poniendo imágenes de las cartas recibidas en este hilo.
Como complemento, pongo más abajo varias fotos de la ciudad. Algunas creo que recordarán a los dibujos de mis cartas.
Reconozco que me he divertido mucho preparándolo y ya me pongo a pensar en nuevas ideas para futuros envíos con otros temas diferentes.
Gracias por la paciencia de los que han leído hasta aquí.