Van unas perlitas en clave de tragicomedia:
El Sr. Solbes despacha nuestros problemas económicos diciendo que no valoramos el euro, que le damos demasiada propina al camarero. Consecuencia: para valora más lo que tenemos cabreamos a los camareros no dándoles propina por recomendación indirecta del Sr. Solbes.
El Gobierno de España nos dice que compremos conejo, que es más barato, para preparar los menús navideños. Ya sólo nos falta que nos obligue a comprar en los supermercados de ahorro-descuento y marcas blancas para que baje el IPC, que está por las nubes. Yo ya me comí el conejo de mi suegra (el animal cocinado, me refiero) que lo preparó muy rico, antes de que la demanda lo hiciera subir de precio también gracias a la recomendación del Gobierno de España. ¡Qué guapos estaban callados!
¡Ah! por cierto, la última... ¡Oigan! no se preocupen tanto por el IPC, ni por el precio de los alimentos, ¿eh? Este gobierno ya se ha dado cuenta de lo mucho que han subido los precios de los alimentos básicos (leche, pan, derivados lácteos, huevos...) pero tranquilos... ¡que no cunda el pánico! en la primavera dejarán de subir (Ministerio de Economía dixit). Y mientras llega la primavera... ajo, agua y resina... y a estirar el sueldo como si fuera un chicle (añado yo).
Alguno de esos politicazos apoltronados debería descender del Olimpo y tener las pelotas de emular al empresario italiano que les subió un 20% el sueldo a sus empleados tras comprobar él mismo que con el salario que les pagaba no era capaz de llegar a fin de mes. Y no, no estoy diciendo que me suban el sueldo un 20% (cosa que, por otra parte, no me importaría que sucediera, ¡claro!) sino que antes de dar recetas alegremente hay que saber de qué estamos hablando. De lo contrario, se gobierna para el pueblo pero sin el pueblo y habíamos quedado en que ese estilo (Despotismo Ilustrado) no era muy democrático... ¿no? Y para cambiarlo se montó una fiestecilla llamada Revolución Francesa. ¿O es que ya se nos olvidó?
Bah! No me hagáis mucho caso... voy a seguir arrejuntando sellos un rato, a ver si se me pasa el cabreo ¡Es que me acaba de llegar la actualización de la hipoteca!
