

Pero ahora, y lejos de dejar aquí una opinión, deseo puntualizar algo sobre lo que no hace más que repetirse desde hace años como una cantinela, y, como no podía ser de otra manera, en esta ocasión compruebo que también por casi todos los ponentes de este tema.
"La televisión es de todos los españoles porque TODOS LA PAGAMOS CON NUESTROS IMPUESTOS".


Esa lapidaria frase, que como podéis comprobar circula de boca en boca de todos los españolitos y que les enciende las más álgidas pasiones demócratas-consumistas (en algunos casos sólo recientemente instaladas) es una de las más aberrantes mentiras y falsedades creadas y lanzadas precisamente por TODOS los demás medios de comunicación privados, desde los regidos por la Conferencia Episcopal, hasta los del imperios Polanco o Berlusconi, pasando por los de Asensi, Villanueva, Godó o Turner (algunos de ellos ya extintos)...
La primera parte de esta máxima parece indiscutible, tratándose de un bien público como es el Ente Público de RTVE. Hasta ahí nadie debe objetar nada, es más... lamentablemente es algo que aún está por verse cumplir de una santa vez, pues desde que se inventó, la TV ha estado siempre en manos del gobierno, fuese del signo que fuese, y ha sido utilizada con mayor o menor efectividad, impunidad o discrección en beneficio del poder establecido.
Pero la segunda parte de la sentencia, la razón mercantilista que se le atribuye a nuestro indiscutible patrimonio, es, desde hace ya más de 20 años, una mentira sin fundamento, una falacia puesta en boca del "pueblo" por parte de intereses oscuros, pendientes más en desprestigiar todo lo que huela a público y en repartirse la tarta de sus despojos. Y no sólo es mentira, sino que la opuesta verdad que se esconde tras ella es la única razón por la que a día de hoy el Ente Público de RTVE arrastre una deuda tan increíble como insostenible.
Fue allá por los primeros 80, en que el flamante primer Director General del Ente de la recién inaugurada etapa socialista, Jose María Calviño, cerró lo que hasta entonces había sido un grifo inagotable de financiación por parte del gobierno (hasta entonces el regimen franquista y posteriormente la UCD) de la TV pública. Corrían entonces aires de bonanza económica, pues TVE era aún la única Televisión española posible, y el monopolio garantizaba la autofinanciazión.
Pero entonces llegó la apertura, se rompió el monopolio, se abrió la tarta del pastel publicitario y TVE, tuvo que verse obligada a competir con las privadas, que, nada más irrumpir en el mercado, criticaron la ventajosa posición del ente público. A pesar de todo, TVE (y todo el grupo RTVE) seguía autofinanciándose, sin ver UN DURO de los presupuestos del estado.
En momentos de crisis, de ingente y tal vez desmesurada inversión empresarial para expansionar el Grupo, y coincidiendo con otros tantos momentos de zozobra publicitaria, el gobierno, a través del ministerio de Hacienda, PERMITIO endeudarse a la empresa, haciendo que por vez primera, tras varios años de autofinanciación, presentase unos presupuestos negativos. Ese fue el origen de la deuda.
Lo demás, como todos habréis experimentado más o menos en vuestras cuentas corrientes, es el efecto de bola de nieve que le sigue a todo endeudamiento... se pide más para pagar los intereses de lo que se debe, y al final, se llega a una situación en la que todos los ingresos van a pagar los gastos de la deuda adquirida.
Desde que esta deuda se inició, todos y cada uno de los gobiernos que se han sucedido, no han hecho más que permitir su engorde, pero ninguno de ellos ha tomado la determinación de hacerse cargo de ella, con lo que se hubiera dado entonces por buena la famosa segunda parte de la "sentencia" que dice que "RTVE LA PAGAMOS TODOS". Sólo en los últimos años, y en concepto de migajas, el gobierno ha venido estableciendo una serie de convenios con el Ente público para "subvencionar" contados productos, suponiendo ésto una ínfima partida presupuestaria (en ese bloque están una pequeña parte de RNE, el Instituto Oficial de RTV, la Orquesta y Coros de RTVE, y algunos programas concretos, así como retransmisiones y coberturas muy puntuales).
En Conclusión: Desde hace 20 años, la RTVE NO LA PAGAMOS TODOS LOS ESPAÑOLES. Ha estado pagada, como cualquier otra televisión o medio de comunicación privada por los anuncios de la Cocacola, Ford o Mistol. Sólo en los últimos años, una ínfima parte del presupuesto de RTVE es insuficientemente subvencionado por el gobierno a través de convenios anuales, y la desorbitada deuda contraida por el Ente es la patata caliente que pasa de mano en mano y que, a pesar de determinadas promesas electorales que se repiten cuatrianalmente, nadie se ha atrevido aún a asumir y a resolver.
Otro dato más: hace 7 siete años, a la llegada al gobierno del PP, la deuda rondaba los 200.000 millones. Este año ya está cerca del billón.
Perdonadme la extensión, pero considero importante que ciertas cosas queden claras. Vuelvo a repetir que me reservo la opinión, pero al menos en este caso puedo presumir de conocer un poco el tema y compartir con vosotros esta información objetiva.
Un abrazo.