Hola,
Despues
de releerme las primeras intervenciones del hilo como bien me aconseja mi amigo Rafa, vuelvo a retomar este interesante hilo con un debate muy enriquecedor, lo primero
de todo decir que si algo sé
de prefilatelia es precisamente todo lo que desconozco que es muchísimo

, quiero decir que si
de por sí ya resulta compleja, el estudio y análisis
de la primera tarifa mientras esta estuvo en vigor es como bien dice el amigo Mario un agujero negro, y es precisamente en esta etapa tan desconocida donde nos encontramos inmersos en tan interesante debate.
Dicho esto trato
de expresar mis ideas desde el desconocimiento
de tan compleja etapa del correo y por la poca sabiduria que existe, tratando
de llegar con las opiniones
de mis compañeros
de debate a buscar una explicación que parezca razonada y lógica en vez
de buscar argumentos complejos, ya que si algo sé es que el correo siempre busco la lógica y el buen hacer en su cometido.
Sigo pensando, al contrario que mis compañeros, que los porteos
de 12 y 20, posteriores a 1750, mostrados en las preciosas cartas
de Rafa son porteos en cuartos y no en maravedíes, sean estos normales o
de plata doble, para ello se debería saber que equivalencia tiene un maravedí
de plata doble
de un maravedí normal para ver como afecta eso a la tarifa y porteo por parte
de las Caxas navarras, pero eso es otro agujero negro

. Para tratar
de aportar algo
de peso a mi opinión, comenté que los porteos, posteriormente a 1750 y que van expresados en maravedies suelen llevar, muy generalmente, la indicación
de la moneda, como en este caso:
1760, Carta circulada de Tafalla a Pamplona, porteo manuscrito de 8 cuartos.
En cuanto a la explicación que pienso es la mas lógica para que los porteos
de 12 y 20 sean en cuartos recuerdo que manifeste:
Menaza dijo:
tambien puede darse el caso de ser la carta que muestra el porte sea el que se tasa por un grupo de cartas entregadas el mismo día al destinatario siendo tasadas todas a la vez en la primera del paquete de cartas.
Cuando una persona importante
de la época, o un organismo solia recibir mucha correspondencia era frecuente entregarla toda junta anotando el porte
de todas las cartas en la que iba situada la primera del monton, quiza debido a ello nos podemos encontrar muchas cartas circuladas con marcas postales
de salida y que muestran la característica
de no llevar porteo manuscrito, un claro ejemplo lo muestran las siguientes cartas dirigidas a D. Juan Bautista
de Elizondo en Pamplona:
1760, Carta circulada desde Los Arcos a Pamplona. Sin Porteo.
1769, Carta circulada desde Los Arcos a Pamplona. Sin Porteo.
1777, Carta circulada desde Sangüesa a Pamplona. Sin Porteo.
1778, Carta circulada desde Villafranca a Pamplona. Sin Porteo.
Evidentemente a D. Juan Bautista
de Elizondo se le cobraron los portes
de cada una
de estas cartas, todas fueron circuladas por el correo oficial, y seguramente esos porteos que faltan a cada carta fueron anotados en la cubierta
de la primera carta del monton, ahorrandose el administrador
de Pamplona la tediosa tarea
de portear una a una cada carta, ahorrandose asi tiempo y sabiendo que el importe
de todas era igualmente satisfecho. Por ello vemos cartas con elevados importes que no nos cuadran por el peso que nos ofrecen, cartas que fueron las primeras del monton y que debido a ello y para nuestro disfrute conservan el porteo.
De cualquier manera, nos encontramos tratando
de dar luz a una epoca muy compleja del correo, epoca en que estuvo en vigor la primera tarifa oficial
de correos
de España, época que Javier
de Quinto, Director
de Correos en 1845 dijo
de dicha tarifa, y que se reflejó en los Anales:
“Una de las grandes imperfecciones de que adolecían consistió en que solo reconociesen 3 clases de cartas, sencilla, doble y onza de paquete. No se consignaban además ni el peso que había de distinguir a la carta sencilla, ni el de la doble, ni se establecía progresión ninguna entre esta y la onza, ni menos se fijaba la manera de portear los paquetes que excediesen de ese peso. De aquí dimanó, en el acto mismo de la ejecución, que cada oficio procediese en la regulación de los portes conforme a tarifa, según la práctica observada anteriormente en ellos, y el Correo General, inmediato a los Jefes del Ramo, se vio obligado a portear con seis o siete precios, a pesar de que no eran mas que tres los autorizados en aquel Decreto”.
De cualquier forma en este mundo tan complejo
de esta apasionante afición equivocarse es avanzar, ya que se cierra una puerta a analizar quedando menos por investigar, y eso es un paso adelante.
Saludos.
El silencio no siempre es cobardía, a veces es prudencia y otras veces es inteligencia.