

Dirección: C/ San Agustín. La Laguna Tenerife.
Fue palacio residencia de los condes del Valle de Salazar, que acometieron su construcción en 1664. La fachada es obra de Juan González de Castro Illada, ejecutada en 1681 por los maestros canteros Juan Lizcano y Andrés Rodríguez Bello. Su sobria y equilibrada traza, de tendencia barroca, hace de esta fachada, en opinión de muchos, la mejor de la arquitectura civil de Canarias. Antes de ser adquirido en el s. XIX para sede de los obispos nivarienses y de las oficinas de la Curia, funcionó en él el Casino El Porvenir, y en el piano de la sociedad compuso Teobaldo Power buena parte de sus Cantos Canarios. El interior, distribuido en torno a un patio con columnas que soportan las galerías, guarda importantes muestras de arte, con obras de los pintores Francisco Bonnin, José Aguiar, Mariano de Cossio, Manuel López Ruiz y Martín González, así como obras escultóricas, entre las que sobresalen los bustos de los obispos Rey Redondo y Fray Albino, de Mariano Benlliure.

Con este maldito incendio se pierde una gran joya renacentista del Patrimonio de la Humanidad. Será reconstruido por más o menos 6 millones de €, “según cuentan” pero parte será una copia de lo que había. Desde mi casa podía ver toda la tarde y parte de la noche la humareda negra, síntoma de que se quemaba la tea centenaria de los artesonados y puertas de dicho palacio. Los laguneros, tanto los naturales como lo de adopción, somos gente de la calle y de la acera y sentimos la ciudad como parte de nosotros mismos. Con esta fatal pérdida, hemos llorado todos.




