Me parece muy bien (y absolutamente respetable), querido amigo
Antonio,
tu forma de entender y pensar en relación al debate '¿fiscales vs. postales?',
y algunos argumentos expuestos tienen fundamentaciones que sí comparto.
Pero permíteme que también tenga mis ideas al respecto, que he expuesto,
con razonamientos que para mi son válidos, aunque quizá no los compartas.
Al respecto de la carta prefilatélica que mostraste y de que, pese a haberse
entregado por propio, haya sido cargada con la tasa postal (de acuerdo a la
tarifa correspondiente), no creo factible que la carta haya sido transportada
por un propio de origen a destino (salvo en concesiones como los cosarios de
Cádiz, recaderos catalanes, etc.). Lo lógico es que el propio sólo hiciese una
parte del transporte (por lo general la entrega), y no el transporte completo.
En la correspondencia telegráfica de la época —igual que la postal— era algo
habitual que el remitente eligiera la forma de entrega (por correo o propio)
al destinatario. Aunque, lógicamente, el telegrama era transmitido desde la
estación de origen hasta la de destino. Y el remitente debía abonar la tarifa,
a la que sumaba el envío por correo o mediante propio hasta el destinatario,
especialmente cuando el domicilio del destinatario estaba fuera del área de
reparto de la estación telegráfica de destino, lo cual era bastante frecuente.
Y respecto a tu opinión sobre las habilitaciones HpN, tomo nota de tu opinión
que, básicamente, coincide con la de todos los que la han expuesto hasta hoy.
Soy partidario de estudiar también las habilitaciones póstumas/extemporáneas
(describiendo su origen y las teorías o convicciones al respecto), ya que están
en todos los catálogos y parece comprensible que quien esté interesado en un
estudio en profundidad de los sellos de Recibos quiera saber todo al respecto.
Un fuerte abrazo a todos,
EQ