Rosa Mari escribió: ↑09 Ene 2009, 19:56
Kdos amigos.
No quiero corregir a nadie, pero me parece que os estáis liando con los conceptos: cantada, pregonada, leída o el nombre que queráis ponerle.
Para saber su significado, permitidme que haga un repaso a los procesos postales de hace unos años, que nada tienen que ver con los actuales.
Así sucedía que, cuando un cartero no encontraba a un destinatario (ya fuera carta ordinaria, certificada o paquete y viniera del pueblo de al lado o de Sebastopol) antes de proceder a su devolución, era obligatorio que hiciera su entrega al Cartero Mayor. El Cartero Mayor, que normalmente era el mejor conocedor de todos los distritos de la ciudad, solía rectificar la dirección, si la conocía, y santas pascuas.
Cuando el Cartero Mayor no conocía la dirección, esperaba a primera hora de la mañana, momento en que todos los carteros estaban procediendo a la distribución de la de la correspondencia y allí, en el medio de la sala, leía en voz alta el nombre de los destinatarios desconocidos. Si algún cartero sabía su domicilio, decía…. MIA…. y el Cartero Mayor, sin otro protocolo, le entregaba la carta para su reparto.
Cuando ningún cartero conocía al destinatario, el Cartero Mayor volvía a su despacho y estampaba esta marca (cantada,…… etc. en cartería) y la remitía a origen.
El origen, de una carta no tiene nada que ver con que lleve remite o no lo lleve. Si lleva remite se devuelve a la dirección indicada, pero si no lo lleva se envía a la oficina de origen que es la que figura en el matasellos.
¿Que pasa en origen cuando no lleva remite ¿ Pues sencillamente, que estas cartas pasan al departamento de sobrantes, lugar donde se depositan durante 12 meses, en la espera de posibles reclamaciones y finalmente se procede a su destrucción.
Tanto si son cartas ordinarias, certificadas o paquetes, el procedimiento es el mismo, antes de la destrucción, se procede a su apertura para ver si en el interior existe un domicilio conocido donde pueda entregarse.
Así pues, la destrucción esta controlada por el departamento de aperturas de cada localidad. No se si conocéis que realizando estas operaciones en la principal de Madrid no hace muchos años les explotó una bomba. Pues bien, como decía, finalmente y previo acta de este departamento, se destruye toda la correspondencia sobrante.
Por que existen cartas y tarjetas como las que vosotros poseéis. Pues muy sencillo, alguien de dentro las ha cogido antes de la destrucción y las ha puesto en el mercado filatélico. Así de simple es todo.
Galgos o podencos, que más da.
Besos