EJERCITO POPULAR DE LA REPUBLICA (EPR)
El Ejército Popular de la República (EPR) de la Segunda República Española, fue la denominación escogida para el Ejército de Tierra de las Fuerzas Armadas Españolas tras la disolución de las milicias de voluntarios formadas entre julio y agosto de 1936 para hacer frente al golpe de estado iniciado el 17 de julio.
En octubre de 1936 el gobierno de la nación procedió a la reconstrucción de sus fuerzas armadas sobre la base de las unidades y cuadros militares que habían permanecido leales al tiempo que refundía las milicias en unidades regulares del nuevo ejército. El pronunciamiento militar del 17 y 18 de julio de 1936 había triturado la estructura del ejército español y tras ser sofocada la sublevación en una parte del territorio nacional, el conflicto derivó rápidamente hacia una guerra abierta. El gobierno presidido por Don José Giral intentó crear un ejército de voluntarios sobre la base de las unidades leales y con mandos profesionales, pero la realidad y la urgencia de la guerra, la atomización de los cuadros de mando y las formación de milicias populares sobre la base de partidos dificultó el proyecto. En el Ministerio de la Guerra se formó una Inspección General de Milicias que intentó impulsar el proyecto y, en todo caso, dar cuerpo a las unidades de milicias que se se creaban continuamente y coordinarla y avituallarlas correctamente.
La formación del Ejército Popular de la República (EPR) fue la primera de las tareas emprendida por el nuevo Gobierno de la Victoria, compuesto por todos los partidos del Frente Popular y los sindicatos CNT y UGT. La reestructuración comenzó por el propio ministerio de la Guerra que desapareció y dio paso al Ministerio de la Defensa Nacional, cartera asumida por el propio presidente. El 16 de octubre de 1936 se publica en la Gaceta de la República la orden de creación del nuevo Ejército Popular Regular y la militarización de las milicias hasta entonces existentes.
Durante los primeros meses de lucha en 1936 y en muchos casos incluso en más avanzado éste los soldados no recibían ropa ni armas o balas suficientes o de buena calidad. Sólo la comida y el sueldo (que podían cobrar las familias de los combatientes en las ciudades) estaban casi asegurados.
No será hasta 1937 que la reorganización de las fuerzas republicanas sea completa, agrupando unidades armadas como las Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas (MAOC), las milicias de las Juventudes Socialistas Unificadas, el Quinto Regimiento comunista y los milicianos de origen anarquista y comunista. En frentes como los de Aragón los anarquistas se resistieron en un principio a abandonar el modelo de milicias y a encuadrarse bajo un poder único.
Pronto se incorporaron los batallones de milicianos a las Brigadas Mixtas, compuestas en general por alrededor de 3.700 hombres, comprendiendo 4 batallones de Infantería, una tropa de Caballería, una Batería antitanques, una compañía de Transmisiones, una compañía de Zapadores, una sección de munición, una compañía de médicos y sanitarios, una sección motorizada y una compañía de refuerzo.
Después de estas Brigadas Mixtas, no se perdió tiempo en la formación de divisiones, compuestas por dos o tres Brigadas, Cuerpos del Ejército y Ejército. Además del Ejército de l Centro, Sur y Norte, en 1937 se formó el Ejercito del Este, Extremadura y Levante. Con la Batalla del Ebro, se formó el Ejercito del Ebro, y después de la división de la España Republicana en dos partes, se formaron dos grupos del Ejército: el Grupo de Ejércitos de la Región Centro (GERC) comprendiendo las Armas de Extremadura, Andalucía y el Centro, y el Grupo de Ejércitos de la Región Oriental (GERO), comprendiendo las Armas del Ebro y de Levante.
En la Batalla del Ebro el ejército republicano alcanzaría su máxima organización y su máxima operatividad (llegando a movilizar a la "quinta del biberón", la generación de 18 años). Luego las brigadas internacionales se retirarían y los franquistas frenarían la ofensiva del Ebro. El Ejército Popular se disolvió en torno a finales de marzo de 1939 y sus milicianos entregaron las armas a soldados franquistas siendo muchos de ellos (sobre todo los oficiales, voluntarios) apresados y fusilados. Otros formarían una pequeña resistencia en montañas de Toledo y Pirineos que acabaría desapareciendo.
-Muchas fueron las viñetas emitidas por el Comisariado Político y las Milicias de la Cultura (de los que hablaremos a continuación), pero con la sola referencia a la Brigada, tan sólo tenemos en catálogo esta viñeta de la 103 Brigada Mixta, que ya nos mostró también Enric en un mensaje anterior:
2055 C
-No quiero cerrar este capítulo sin recordar la figura de Enrique Líster, Comandante de la 1º Brigada Mixta del Ejercito Popular Republicano.
ENRIQUE LISTER FORJAN
La Coruña, 21 de abril de 1907 — Madrid, 9 de diciembre de 1994) político y militar español.
Cantero de profesión en su tierra natal, emigró a Cuba a los once años, regresando a España en 1925, donde ingresó en el Partido Comunista de España. Participó activamente en las luchas de los trabajadores agrarios en Galicia y se convirtió rápidamente en un importante activista sindical, en el difícil contexto del pistolerismo patronal contra los sindicatos en la fase final de la Dictadura del General Primo de Rivera. Proclamada la república, por su condición de cuadro destacado del PCE, fue enviado a la URSS para cursar estudios de formación política y militar en la Academia Frunze de la Komintern en Moscú.
A su regreso a España, Enrique Lister se integró en el comité restringido que operaba sobre cuestiones militares, que el PCE había formado ante el creciente peligro golpista. Así, junto con Juan Modesto y Juan Fernández, integró la dirección de las Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas (MAOC), que funcionaron como fuerza de choque del partido.
Tras ganar las elecciones de febrero de 1936 el Frente Popular (coalición de las fuerzas democráticas desde los partidos republicanos hasta la izquierda radical) se aceleraron los planes de la clandestina Unión Militar Española UME compuesta por oficiales ultraderechistas, reaccionarios católicos o bien abiertamente falangistas. Ante esa situación, la red de contactos establecida en los cuarteles por el PCE, especialmente entre soldados y suboficiales, ayudó a conocer el alcance del peligro y facilitó mucho el aplastamiento del golpe en numerosas unidades acantonadas en Madrid.
Lister tuvo un papel muy destacado en la organización en Madrid del Quinto Regimiento, la primera escuela militar para formación de milicianos asentada en un convento confiscado en la calle de Francos Rodríguez y en realidad un gran centro de reclutamiento y formación militar donde se forjaron las primeras unidades milicianas de forma organizada y eficaz.
Antes de finalizar julio de 1936, marchó a los combates en la sierra de Madrid, y allí su experiencia técnica y capacidad organizativa fue determinante para su rápido ascenso por méritos de guerra. Participó en posteriores combates en el Tajo, Toledo y suroeste de Madrid.
Tras la militarización de las unidades de voluntarios y la creación del Ejército Popular de la República Española (EPR), Enrique Líster se convirtió en el comandante de la 1ª Brigada Mixta del EPR, alcanzando en el transcurso de la guerra la graduación de Mayor de Milicias, máximo empleo para los procedentes de la escala no profesional
Adquirió verdadera notoriedad al ser encargado de la defensa de un sector de la ciudad durante la Batalla de Madrid, al mando de la 1ª Brigada Mixta del Ejército Popular de la República. fue posteriormente el responsable de la 11ª División, convirtiéndola en la más selecta unidad republicana, encargada de soportar los peores combates en las batalla de Guadalajara, Brunete, Belchite y Teruel. En cuantos combates participó, Lister se comportó de forma audaz y decidida, al tiempo que procuraba reducir las bajas propias al mínimo. Las Brigadas bajo su mando constituían normalmente un batallón especial, entrenado para operaciones especiales en las líneas cercanas al frente y que ayudase en las operaciones de ruptura o defensa a ultranza para las que eran requeridos habitualmente. El avance nocturno en Brunete que permitió ocupar la población y capturar al Estado Mayor enemigo en la zona, operación realizada casi sin pérdidas, o la ruptura por sorpresa en Teruel son buenos ejemplos de su calidad como mando táctico de gran iniciativa.
http://www.youtube.com/watch?v=V6HbevnZlIY
En este video podemos verle narrar las precariedades del "camino al exilio"
En 1977 regresó del exilio en la URSS y tras el fracaso electoral de su formación, se mantuvo en la militancia de base; reingresando como militante en el PCE y en IU en 1986, tras la expulsión de Santiago Carrillo. Murió en los días en que Izquierda Unida (IU) celebraba en Madrid su IV Asamblea y sus restos fueron llevados con honores al cementerio civil.
Enrique Lister tras su regreso a España