Ahi van los métodos que he encontrado:
MÉTODO 1:
hacerlo con una disolución de lejía y agua, en la que la lejía sea como máximo el 10% de la cantidad de líquido total. El procedimiento es el siguiente:
• Se prepara en un recipiente la mezcla anterior y en otro, se prepara un poco de agua templada con sal; también se deberá tener a mano papel secante. Si la mancha de óxido es muy grande, o si el sello tiene varias manchas, que afectan al anverso y reverso, habrá que sumergirlo por completo en la mezcla que contiene lejía (pero cuidado, la lejía también se puede comer el color del sello, sobre todo si es antiguo o está impreso en huecograbado).
• Si el sello sólo tiene manchas en la parte de la goma, es mejor dejarlo que flote, procurando que el líquido no se extienda por la parte del dibujo, así se evita que la lejía dañe el color del sello.
• Hay que estar observando el sello constantemente, hasta que la mancha haya desaparecido; para ello se utilizan unas pinzas de plástico, sacando el sello con frecuencia de la disolución y mirando como se va eliminando la mancha.
• Cuando esta haya desaparecido por completo, se pasa el sello al recipiente con agua y sal para quitar los restos de lejía y, por último, al papel secante.
Con esto habrá desaparecido del sello la mancha de óxido. Si la mancha es pequeña no es necesario introducir el sello por completo en la disolución de lejía, sino que se pueden aplicar unas gotas de la mezcla directamente sobre la mancha, humedeciendo las pinzas de plástico con unas gotas de la disolución y extendiéndolas sobre la mancha.
MÉTODO 2:
Preparar dos soluciones con las siguientes proporciones de agua y producto (si se puede, es mejor utilizar siempre agua destilada, si no, basta con la del grifo):
Solución A:
Permanganato de Potasio (o potasa) al 2 %. Es decir, por cada gramo de permanganato, 5 cl. de agua. O lo que es lo mismo, una cucharadita de moka (4 grs.) más el equivalente a una caña de cerveza en agua (20 cl.). Lo que, por cierto, no deja de ser una cantidad elevadísima de solución.
Solución B:
Ácido cítrico al 2 % (Sustituible, como todos sabéis, por un buen zumo de limón).
Ambos productos se encuentran fácilmente en cualquier tienda especializada en venta de productos químicos, en farmacias o droguerías tradicionales o en las cajas de "Cheminova" de vuestros hijos.
Como norma, y para una sesión de trabajo intensa, conviene hacer el doble de solución A, porque ésta se gasta antes.
No obstante, es estrictamente recomendable y necesario trabajar siempre sello a sello. Una vez finalizada la sesión de limpieza, hay que deshacerse de ambas soluciones, pues no conservan sus propiedades.
Llenamos un pequeño recipiente (platillo o cuenco abierto) con la solución A. Introducimos el sello y lo empapamos bien, cuidando que no se formen bolsas de aire. No debe estar sumergido en esta solución más de 2 o 3 minutos.
¡Tranquilos!. El sello se volverá violeta y las manchas de óxido destacarán con un negro aterrador. No pasa nada.
Introducimos ahora el sello en un segundo recipiente en el que hemos echado suficiente solución B, (como para que el sello pueda bañarse y agitarse dentro del líquido sin estrecheces ni agobios).
Esta solución ácida hará que se neutralice el efecto del permanganato (base) y devolverá paulatinamente el color original al sello, eliminando definitivamente los rastros de óxido. En esta segunda solución el sello no deberá permanecer más de 5 minutos, o el tiempo que tarde en recuperar su color original (no más).
Lavar posteriormente el sello a la manera tradicional, con agua normal, clara y abundante, para hacer desaparecer toda taza de productos químicos. Es ahora cuando la goma original, si la hubiese, terminará desapareciendo definitivamente.
Durante todo este proceso descrito anteriormente también se eliminarán otros restos de suciedad que pudiera tener el sello, así como ciertas marcas originadas por la goma filtrada. Mucho cuidado de no eliminar también marcas postales tipo matasellos o sobrecargas.
Si tras un primer tratamiento vemos que el sello no se ha limpiado suficientemente, podemos reiniciar el proceso. Pero es siempre aconsejable repetir el tratamiento a prolongar indebidamente un primero y único. El papel del sello y sus fibras, terminarían por quedar irremisiblemente quemadas.
Bueno pues espero vuestros acertados consejos

Un saludo a todos.