Normalmente, cuando se habla genéricamente de "historia postal" así, sin ningún apellido, siempre se hace referencia a los documentos postales clásicos, del siglo XIX y la primera parte del XX, digamos hasta poco después de la Guerra Civil. A partir de ese momento, siempre hay que apostillar a qué nos referimos si hablamos de historia postal, ya que la proximidad (aunque hayan pasado sesenta años en algunos casos) hace que no se la vea todavía como "historia". No digamos ya la correspondencia contemporánea...
Sin embargo, creo que el interés por las piezas modernas y actuales no tiene por qué ceñirse solamente al aspecto de la marcofilia, sino que muchas veces puede estudiarse el recorrido de las cartas o las peripecias del correo gracias a los documentos postales de que disponemos. Por no hablar de las tarifas, que en estos tiempos que nadie las conoce proporcionan verdaderas fruslerías de piezas.

Hoy me ha llegado esta carta que compré el otro día en la red:
FRONTAL

REVERSO

Gracias a la abundancia de marcas en el reverso, podemos seguir perfectamente el recorrido de la carta:





A pesar de que los funcionarios del correo se entretuvieron en documentar cada etapa del viaje, la carta solo tardó un día en llegar a destino, cosa que difícilmente lograría hoy, a pesar de pagar la tarifa correspondiente.
Si os parece, podemos ir centralizando en este tema los asuntos de la historia postal moderna, para que esté un poco menos marginada.

Saludos