Lo bien cierto es que nunca hasta aquel momento cuando aparecieron las primeras bobinas para las máquinas expendedoras de sellos de la emisión que nos ocupa, se vio colección alguna con esta original presentación.
Cuando salieron a la venta, tuve la ocasión de examinar el valor azul de tres pesetas, tanto al principio, como al final del mismo, sin encontrar pues: cabecera alguna y el final del pié. ¿Entonces como incorporar estos sellos numerados al dorso de los cuales constaba la numeración cada cinco sellos?. La idea surgió separando la etiqueta con la numeración de la bobina tal como se expresa en el ejemplo incluido. ¿Por qué los números pares les precede un cero, en total cuatro cifras y los impares, solamente tres?.
A estas bobinas se les denomina como trípticos, por eso de señalar el número en el sello central, que es la forma más cómoda y racional de expresarlo en la colección.
