El colombiano y mundial FERNANDO BOTERO.
Fernando Botero, pintor, dibujante y escultor colombiano, en el que la monumentalidad, el humor, la ironía y la ingenuidad se combinan con un admirable dominio del oficio y gran talento.
Nacido en Medellín en 1932, inicia su actividad artística en 1948 como ilustrador del periódico El Colombiano, al tiempo que participa en su primera exposición conjunta —Exposición de Pintores Antioqueños— Medellín 1948. Tres años más tarde se traslada a Bogotá y celebra su primera exposición individual (Mujer llorando, 1949). En 1952 viaja a España y sigue estudios en la Academia de San Fernando de Madrid, al tiempo que asiste al Museo del Prado donde estudia y copia la obra de Diego Velázquez y Francisco de Goya.
Entre 1953 y 1955 viaja a Francia, Italia y estudia en Florencia pintura al fresco; tras su regreso en 1955, permanece un año en Bogotá (donde su obra no tuvo buena acogida), otro año en México (conoce a Rufino Tamayo y José Luis Cuevas) y en 1957 visita Estados Unidos. Allí celebra su primera exposición individual en la Pan-American Union de Washington. A los 26 años es nombrado profesor de pintura en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Bogotá; en 1960 se instala en Nueva York y en 1973 fija su residencia definitivamente en París.

Dos sellos emitidos por Colombia y uno por Francia
(Tres musicos, Pedrito a caballo y Los Bailarines)
En principio sus obras revelan cierta admiración por el muralismo mexicano y la pintura del renacimiento italiano (Partida, 1954), pero más tarde estas influencias van desapareciendo en favor de un personalísimo estilo, en el que las figuras engordan y se deforman hasta cubrir en buena parte el lienzo (Prelado, 1959); los cuadros de esos años denotan la influencia del surrealismo.

Sobre “Primer Día de Servicio” del Sello “Pedrito a caballo”, emitido con
motivo de la 4ª Bienal de Arte de Medellín, Colombia 1981
La historia del arte (Autorretrato con Luis XIV visto por Rigaud, 1973), la vida burguesa (Escena familiar, 1969), la cultura colombiana (Baile en Colombia, 1980) y los personajes históricos (Luis XIV y María Antonieta en visita a Medellín, Colombia, 1990) constituyen a lo largo de su carrera las principales fuentes de inspiración, de una dilatada y variada producción en la que abundan paisajes, retratos y escenas costumbristas. Sus primeras pinturas muestran una pincelada suelta y concreta, pero poco a poco ésta se empasta, al tiempo que las perspectivas y las figuras se hacen arbitrarias en función de la importancia que tengan en la representación. Óleo, acuarela, pastel, sanguina o lápiz son manejados con gran destreza a lo largo de su obra.

Sobre circulado Correo Aéreo Certificado el 12-11-1982,
desde Cali (Colombia) a Madrid, con sello de “Pedrito a caballo”l
Botero emplea la gordura como base de una cariñosa burla para comentar ciertos aspectos de la vida (La alcoba nupcial, 1958). A partir de 1960, lleva a cabo entre su variada temática una serie de obras en las que parece rendir tributo a los grandes maestros de la pintura universal como Mona Lisa a los doce años (1959), Rubens con su esposa (1965) o Autorretrato según Velázquez (1986). Su afición por los toros le lleva en la década de 1980 a dedicarse casi en exclusiva a este tema (La pica, 1984; El quite, 1988).

Sobre “Primer Día de Servicio” del sello “Tres Músicos”, emitido como
“Homenaje a Botero” en Santafe de Bogota, D.C., el 5 febrero 1993
El sobre reproduce el cuadro “El Baile”
La misma voluptuosidad e ingenuidad que caracteriza su pintura, se encuentra en la escultura cuya producción se inicia en París en 1973; se trata en su mayor parte de figuras y animales de tamaños grandiosos y desproporcionados de gran singularidad (Venus, 1977; Perro, 1981; Soldado romano, 1986; Mujer a caballo, 1991), realizados en bronce, mármol y resina fundida. En 1992 Montecarlo y los Campos Elíseos de París acogieron una Exposición de Escultura Monumental, y el Gran Palais (París) otra sobre toros, La Corrida. El tratamiento exagerado en sus proporciones de la figura humana es hoy una de las características inconfundibles de su obra, que ha sufrido pocas variaciones desde sus comienzos.
En el año 1994, y en el Paseo de Recoletos, Madrid acogió también una magna Exposición de Escultura Monumental, muy visitada y concurrida, con una proyección mundial impresionante. Importantes capitales del mundo y de España, tienen esculturas de Fernando Botero para admiración y regocijo de su ciudadanos y visitantes.
Tarjetas telefónicas emitidas por Telecom, Colombia, como homenaje a los
“Maestros de la Pintura Colombiana”, en esta emisión concretamente a Botero.

Valor de 5.500 pesos, reproduce “Los jugadores de cartas” 1988
Valor de 15.500 pesos, reproduce “Concierto campestre” 1972

Valor de 5.500 pesos, reproduce “Mujer con abrigo de piel” 1990
Valor de 10.500 pesos, reproduce “Arcángel” 1988
En la actualidad Fernando Botero vive entre París, Nueva York y Bogotá. Y hasta aquí un poco de la vida y obra de un pintor en plena creación artística y que goza de una categoría y un reconocimiento mundial.

Sobre Primer Día de Emisión 27 de abril de 2002
Del sellos emitido por Francia: Los Bailarines
El que escribe estas lineas CENTAURO en los Jardines de Montecarlo (Monaco), entre dos esculturas de Fernando Botero (Hombre y Mujer) en el verano de 2002.

Tarjeta postal de un cuadro de Fernando Botero, autografiada y dedicada a CENTAURO


Animo e invito desde este nuevo hilo a participar, a todo aquel forero que tenga sellos y matasellos de este interesante pintor.
Un saludo RAFAEL RAYA