Esta es una forma de gastar esos sellos que tenemos desde hace tiempo y que no sabemos que hacer con ellos.
Al tiempo que se estimula la imaginación del niño lo podemos estar convirtiendo en un futuro filatelista.
Los más agradecidos son los niños, padres, abuelos y otros parientes y con poco dinero quedamos como señores.
A nosotros nos puede servir como un ensayo para montar nuestras colecciones y hacer recordatorio de cosas olvidadas.


Al primero le gustan mucho los animales, sobretodo los toros y caballos.
A la niña que está descubriendo la lectura, acompaño la hoja con los cuentos escritos para que los pueda leer.
Si alguien se anima podemos ver nuevas ideas para futuros regalos.
Salud sigillum