Hola, como ya se ha comentado en este hilo, uno de los numerosos temas encuadrados dentro de la historia postal de la I Guerra Mundial, es el estudio de la correspondencia de los prisioneros de Guerra.
Hace un tiempo que conseguí esta carta, circulada en franquicia postal en 1916 por corresponder a un prisionero de guerra. Me extraño su remitente, procedencia y destino, al parecer había sido escrita por un prisionero de guerra alemán que estaba internado en un campo de prisioneros situado en Japón y dirigida a los Estados Unidos.
¿Qué hacía un soldado alemán en un campo de prisioneros japonés?, tan lejos de los principales teatros de operaciones de la Gran Guerra. Llegue a pensar que la carta podía ser un “montaje filatélico”, pero después de investigar durante un tiempo he podido conocer un poco más de la historia de estos soldados alemanes. Un breve resumen de lo encontrado lo pongo a continuación, para vuestro conocimiento. Haciendo una buscada por internet se pueden ver algunas otras cartas procedentes de este campo.
El campo de prisioneros de guerra (Kriegsgefangenlager) de Narashino (Japón) 1915-1919
Un capítulo poco conocido de la historia y de las relaciones entre Japón y Alemania, dos naciones que fueron enemigas durante la Primera Guerra Mundial.
El campo de prisioneros de guerra de Narashino, estuvo localizado en la prefectura de Chiba, al noreste de la bahía de Tokio, durante la Primera Guerra Mundial, entre los años 1915 y 1920. Pero para conocer su origen es necesario remontarse a unos años antes.
La ciudad de Qingdao se localiza en la península china de Shandong, fue entre 1897 y 1914 la capital de la concesión colonial alemana de Jiaozhou o Kiautschou, convirtiéndose en la principal base naval alemana en Oriente, en el año 1914 tenía unos 200.000 habitantes.
Sello de Kiautschou
Después del bloqueo y el ataque naval británico a la colonia Kiautschou, los japoneses ocuparon definitivamente la ciudad de Qingdao en noviembre de 1914, con posterioridad a la declaración de guerra de Japón a Alemania (23 de agosto de 1914), quedando en sus manos hasta 1922 cuando fue devuelta a China.
Las tropas japonesas tomaron como prisioneros a unos 4.800 soldados alemanes, la mayoría pertenecientes a la marina de guerra. Estos prisioneros fueron enviados a 12 campamentos en Japón, Tokio, Shizuoka, Oita, Matsuyama/Prefectura de Ehime, Marugame/Prefectura de Kagawa, Tokushima, Kurume/Prefectura de Fukuoka, Kumamoto, Osaka, Himeji/Prefectura de Hyogo, Nagoya/Prefectura de Aichi y Fukuoka. Posteriormente fueron reducidos a seis lugares, Narashino/Prefectura de Chiba, Bando/Prefectura de Tokushima, Kurume, Ninoshima/Prefectura de Hiroshima, Aonogahara/Prefectura de Hyogo y Nagoya.
Cerca de 250 de estos prisioneros de guerra fueron trasladados en 1915 desde los campos de Oita, Shizuoka y Fukuoka para la construcción de un nuevo campo situado en Narashino, en la época de máxima actividad hubo unos 1.000 prisioneros de guerra viviendo en el campo.
El campo tenía unos 95.000 m
2de superficie, rodeados por zanjas y alambradas, con cinco barracones, cantina, horno, campo de tenis y de fútbol, posteriormente también se añadió una sala de música, teatro y cine e imprenta. Todos estos servicios dan a entender que los prisioneros fueron tratados relativamente bien, dedicando gran parte de su tiempo a hacer deporte, ver películas, escuchar música y realizar representaciones teatrales, una buena vida para ser prisioneros y estar en guerra.
Los prisioneros realizando ejercicios gimnásticos en Narashino
También tenían en el campo tierras de cultivo y diferente ganado doméstico. Algunos prisioneros de guerra dedicaron mucho tiempo a relacionarse con la población local y a promover la cultura alemana en Japón, enseñando a los habitantes, por ejemplo, el método tradicional alemán de fabricación de salchichas, que fue presentado ante el Ministerio de Agricultura y Comercio nipón, organizándose cursos en el Instituto de Investigación Ganadera, considerándose al campo de Narashino como el origen de los actuales embutidos en Japón. Además, un prisionero de guerra enseñó a los agricultores locales a producir leche condensada en una granja de ganado de la Península de Boso, otro también enseño la nueva tecnología de teñido de textiles, mientras que otro más enseñó a hacer repostería europea en un café del distrito de Ginza, en Tokio.
A los residentes locales de los alrededores de Narashino se les permitió visitar el campo para asistir a los conciertos organizados por la orquesta de prisioneros de guerra y a ver las actividades deportivas. Los propios prisioneros imprimían los programas de las distintas actividades culturales y deportivas. También un prisionero llegó a diseñar y realizar tarjetas postales a mano, que suministraba a sus compañeros que querían escribir a su país.
Programa de actividades del campo de Narashino
Al parecer el jefe del campamento, comandante Torataro Saigo, pudo entenderse bien con los prisioneros porque había estudiado en una academia militar en Alemania y facilito en todo momento los contactos de los prisioneros con la población local.
A finales del año 1918 y principios de 1919 la gripe “española” llegó hasta Narashino, muriendo 25 soldados alemanes, así como el propio comandante del campo. Una vez concluido el Tratado de Versalles en 1919, se iniciaron los preparativos para el regreso de los prisioneros, sin embargo la repatriación fue muy complicada debido a que numerosos barcos, tanto de la marina de combate alemana como de la mercante, habían sido destruidos durante la guerra, finalmente fueron repatriados en barcos japoneses, costeados por el gobierno alemán.
Al parecer el buen trato dado a los prisioneros y las estrechas relaciones establecidas con la población, influyeron de tal forma que aproximadamente 30 ex-prisioneros decidieron quedarse en Japón después de ser liberados, tras la firma del Tratado de Versalles, regresando el resto a Alemania. Algunos de ellos se casaron posteriormente en Japón.
El día de Navidad de 1919 los primeros 71 soldados partieron del campo de Narashino, llegando el 24 de febrero de 1920 a Wilhelmshaven (Alemania). El gobernador de la colonia de Kiautschou, Alfred Meyer-Waldeck fue el último en abandonar el campo, permaneciendo en Narashino hasta el 20 de enero de 1920, regresando a Alemania en mayo de 1920.
Concluida la guerra, algunos de los ex-prisioneros que optaron por vivir en Japón jugaron un papel importante en la promoción de las relaciones entre Alemania y Japón, en ámbitos tales como los negocios, la educación y la política. Por ejemplo, Johannes Ueberschaar y Carl von Weegmann, enseñaron idioma y cultura alemana en la Universidad Konan de Kobe y en la Universidad Seikei de Tokio, respectivamente. Ueberschaar también estableció el Instituto de Cultura Japonesa en Leipzig en 1932 y colaboró en la introducción de la cultura japonesa en el extranjero mediante la traducción al alemán de poemas del poeta y ensayista Matsuo Basho.
Una curiosa historia que comenzó con un enfrentamiento armado entre naciones pero que culminó con el establecimiento de estrechas relaciones de amistad entre las personas.
Fuentes:
• Kriegsgefangenenlager Narashino 1915-1920
http://www.city.narashino.chiba.jp/horyo/index.html" onclick="window.open(this.href);return false;
• "German-POW camp reveals little-known history of Japan". Japan Policy & Politics. FindArticles.com. 29 Oct, 2010.
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• Narashino, city, Chiba ken (prefecture), Honshu, Japan. Britannica Online Encyclopedia
http://www.britannica.com/EBchecked/top ... /Narashino" onclick="window.open(this.href);return false;
• Tsingtau.org - Die Geschichte der Deustchen in China von 1898 bis 1946
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Si alguien me pudiera ayudar con los cuños que aparecen en la carta y traducirlos, le estaría muy agradecido.
Un saludo
César

Nunca la bandera arriada, nunca la última empresa (E. Shackleton)