LPerez escribió:A_Mann escribió:Las políticas que se realizan o no se realizan, las decisiones mal tomadas y poco pensadas en cuanto a sus consecuencias (ejemplo claro con el Estatuto de Cataluña, hoy recurrido ante el Tribunal Constitucional).
Un Estatuto aprobado por amplísima mayoría en el Parlament de Catalunya... (PP en contra)
Un Estatuto negociado, pactado y aprobado por las Cortes Generales... (PP en contra)
Un Estatuto refrendado por el pueblo catalán... (PP y ERC en contra)
Un Estatuto sancionado por el Rey como Ley Orgánica... (Un servidor en contra

)
¿Poco pensadas? ¿Las decisiones tomadas o las afirmaciones hechas con ligereza?
Saludos
Siento que se haya considerado por LPerez que he hablado con ligereza en este punto. Nada más lejos de mi intención y pido disculpas por ello, ya que el tema del Estatuto de Cataluña es muy importante. En mi descargo, sólo decir que no me pareció apropiado ponerme a explicar (el mensaje era ya bastante largo) por qué considero que la forma en que se ha llevado todo el proceso de elaboración del citado Estatuto es un ejemplo de decisiones mal tomadas o poco pensadas. Ya que se me ha llamado la atención por ello, voy a explicar mi punto de vista, aunque sea rápidamente.
Lo primero que hay que reconocer es que no era fácil, teniendo en cuenta los intereses en juego y lo delicado del asunto, llevar a buen término dicho proceso de negociación del Estatuto. Es muy fácil criticar después, pero, al menos, ese derecho aún lo tenemos, así que paso a ello.
El primer error, desde mi punto de vista, lo cometió Rodríguez Zapatero cuando le prometió a Maragall, entonces Presidente de la Generalitat, que las Cortes Generales aprobarían el Estatuto tal como lo dejara el Parlamento catalán. ¿Por qué fue un error? Porque no estaba en su mano concederlo, al no tener la mayoría suficiente en las Cortes Generales para conseguir esa aprobación.
Segundo error. No conseguir que el Estatuto contara con el consenso de todas las fuerzas políticas catalanas con representación parlamentaria, a saber, con el PP. Es cierto que el PP tiene una representatividad menor en Cataluña, pero no por ello se debería haber dejado de intentar contar con su apoyo en un asunto de este calado. Se podrá decir que para que haya acuerdo todos deben poner de su parte y a lo mejor el PP se cerró en banda. Pero también se podría hacer algo de autocrítica por parte de todos y determinar si realmente se hizo todo lo posible para conseguir el consenso, o no.
Luego pasó lo que pasó. En las Cortes Generales no se podía aceptar el texto como salió del Parlamento catalán. Si se hubiera negociado mejor en origen (en Cataluña, con mayor diálogo entre el PSOE y el PSC, Partido socialista catalán), se podría haber evitado tan importante modificación. ¿Qué supone esto? Pues que se pierden adhesiones al proyecto por el camino (como pasó con ERC) y además queda un poso amargo para los catalanes. Insisto en que esto se podía haber evitado en origen. Luego, lo que todos deben saber es que otros estatutos de autonomía han sido también modificados en las Cortes Generales, o sea que los catalanes no han sido los únicos en sufrirlo.
Bueno, llegamos al momento del referendum. Se vota favorablemente por una minoría de la población. En otros países de mayor arraigo democrático, con ese índice de porcentaje, se habría considerado nulo el referéndum, pero en España no existe esa previsión, así que es válido a todos los efectos, como bien se ha dicho.
Luego el PP presenta un recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional (TC), que es el órgano encargado por la propia Constitución (CE) de velar por la constitucionalidad de todas las normas del ordenamiento jurídico español. Y el Estatuto de Cataluña, como los de las demás Comunidades, es una ley estatal con rango de Ley Orgánica (así lo establece la propia CE).
¿Qué va a pasar ahora? Pues que el TC, muy probablemente, va a declarar inconstitucionales algunos apartados del Estatuto, sobre todo en lo que a la consideración de nación se refiere. Y hay quien ahora, al verle las orejas al lobo, quiere poner en duda la legitimidad del TC porque algunos de sus magistrados han pasado el periodo que deberían estar en el cargo, porque el PP y el PSOE no se han puesto de acuerdo para, en cumplimiento de la normativa vigente, nombrar a los sustitutos. Pero los que están tienen derecho a estar y a juzgar este asunto y todos los demás que se les presenten, y no por ello el TC tiene menos legitimidad para hacerlo. Digo todo esto porque se lee cada sandez en los medios de comunicación y en los foros sobre este punto que demuestra un gran desconocimiento de cómo funciona nuestro Estado de Derecho.
Por todo esto decía que el proceso de aprobación del Estatuto catalán era un ejemplo de decisiones mal tomadas y poco pensadas en cuanto a sus consecuencias. Y cada partido político y cada político que ha participado en este proceso tiene su cuota de responsabilidad. Yo así lo veo. Espero que lo de la ligereza no se convierta ahora en pesadez por lo largo de la argumentación.
LPerez escribió:franqueos mecánicos escribió:Fue aprobado, sí, pero por una minoría de la población
En democracia, la voluntad popular la conforma el voto. Y un número de votos a favor mayor que el número de votos en contra es una decisión colectiva a favor. Individualmente, cada persona puede seguir pensando lo que le parezca y hasta intentar conseguir una nueva votación para convencer a la mayoría de sus planteamientos. Pero no se puede negar a posteriori la validez de la votación en base a porcentajes de participación. Así es la democracia ¿no?
Cursus escribió:una España, que ni nos entiende, ni nos quiere: se limita a ahogarnos como nación y a explotarnos económicamente, para medrar a nuestra costa.
Sólo aportar un dato aquí en relación con la votación del referéndum de la Constitución Española de 1978, en Cataluña. Fue aprobada con la participación de más del 67 % del censo, con un voto favorable del 90 % de los que votaron. O sea que en Cataluña se votó a favor de una Monarquía constitucional, de un Estado social y democrático de Derecho, de un Estado de las autonomías, etc. Así que oír que uno es tal o cual cosa... Se podrá querer ser tal o cual cosa, pero se es lo que se es, a día de hoy, al menos.
LPerez escribió:
Torreana escribió:una bobería necesaria para calmar las ansias de diferenciarse de muchos catalanes
A Serafín, él lo sabe porque lo aprecio, siempre le valoro más sus silencios que sus palabros. Como jurista debería saber que el derecho de los pueblos existe y está recogido en la Carta de las Naciones Unidas.
Vamos a ver, que los conceptos veo que no los tenemos claros y luego así nos va. Ya que se cita la Carta de las Naciones Unidas, habría que saber a qué se refiere cuando habla del derecho de los pueblos. Derecho a qué y, en primer lugar, ¿qué es un pueblo? No me quiero extender (ya lo he hecho demasiado y pido perdón), aunque se considerara al catalán como un pueblo tal como se entiende en el Derecho Internacional (habría que verlo, pero bueno). El derecho de los pueblos que cita LPerez es el de autodeterminación (o libre determinación externa), derecho que tampoco tienen todos los pueblos, sino sólo aquellos sometidos a ocupación colonial o extranjera. Ninguno de estos casos es aplicable a la relación de Cataluña con España (espero que nadie salte con una barbaridad poniendo en duda esto). En el resto de los casos, los pueblos en cuestión carecen del derecho de secesión, pero sí puede existir un derecho a la autodeterminación interna, que consiste en el derecho a la supervivencia (Convención para la prevención y represión del crimen de genocidio de 9 de diciembre de 1948), a la no discriminación (Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial de 25 de diciembre de 1965) y a la autodeterminación interna (derecho a la identidad cultural, religiosa o nacional así como a la autonomía política en el seno del Estado en el que están integrados).
Y paro, de momento...