Unas cosas muy obvias que conocemos todos: La función de un matasellos es la de matasellar el/los sellos utilizados para franqueo, para que estos no puedan ser reutilizados y así no se produzca fraude al Estado. Así, incluso, nació nuestra historia cuando llegó el sello y, con él, la necesidad de que algo los inutilizara. Pues estas obviedades es lo que deberían enseñar a todos los funcionarios de Correos a la hora de hacer su trabajo. De hecho, salvo que Correos se haya vuelto un Mercadona sin que nos hayamos enterado, la función principal y básica de las oficinas (al margen de otras complementarias) es (o debería ser) la de matasellar la correspondencia enviada, y matasellarla bien.
En estos momentos creo que, en oficina, al margen de los matasellos conmemorativos utilizados en situaciones especiales, solo existen dos tipos de matasellos: los fechadores y los turísticos (y estos no en todas las oficinas), pues el rodillo CTA va para las cartas echadas al buzón que son enviadas a los Centros de Tratamiento Automatizado. Con esto tenemos que si mañana va un extraterrestre a trabajar a una oficina de Correos, basta con que le digan:
"Estas son tus funciones; las cartas que te traigan para enviar, debes: a) asegurarte de que lleven el franqueo correcto (para evitar fraude en ese momento) y b) matasellarlas con uno de estos dos matasellos (para evitar fraude en el futuro)". Para aprender y/o enseñar eso no me parece que haga falta estudiar cuatro o cinco años una carrera, sino que, en un minuto, yo por lo menos y creo que también el extraterrestre, lo entenderíamos.
Va esta introducción para poner frente al espejo lo que ya he comentado en alguna ocasión y que los que queremos dedicarnos a esto del arte postal nos encontramos desgraciadamente con mayor asiduidad.
La nula formación de los trabajadores de las oficinas de Correos en lo que debería ser su función: matasellar los sellos. Si no saben hacer eso, que es el trabajo de esa 'empresa', pues es que la la tarea de formación de esa empresa en sus cometidos es nula. Nadie nace sabiendo cómo se funciona en todas las empresas del mundo, pero todas las empresas del mundo, todas (menos, al parecer, Correos España), dedican los primeros cinco minutos, la primera hora o el primer día a 'enseñar a ese trabajador recién llegado' cuál va a ser su tarea, lo que tiene que realizar allí. Yo no puedo entender ni entenderé nunca por qué los trabajadores de Correos que yo me he encontrado en los últimos años (no todos, pero sí una inmensa mayoría, de muy diversas y múltiples oficinas) no saben hacer "su" trabajo.
Y, además, ni siquiera tienen 'intuición' para ello (que algo igual se puede no saber, pero se coge luego al vuelo). Puede ocurrir que les pidas el MTUR y (todas estas cosas me han pasado a mí): a) no sepan lo que es; b) les suene, pero no saben dónde lo tienen; c) lo conocen, pero no saben ponerlo o dónde ponerlo; o d) lo conocen, pero no quieran ponerlo o pongan excusas para ponerlo [yo me he encontrado dos casos de este tipo (y en ambos las funcionarias me contestaron que eso era lo que les había dicho 'el jefe'): que me han contestado que el MTUR era solo para los que hacían el camino de Santiago (y yo les dije: "y los matasellos turísticos de canarias o Almería, ¿también?"

, y que el MTUR era solo para turistas (y por 'turistas entendían solamente 'guiris'; vamos, que solo se lo ponían a extranjeros]. ¿A que podemos flipar?
Y luego me han puesto (cuando se han dignado a hacerlo) el MTUR en todos los sitios, menos donde debería ser, que es matasellando con cuidado una esquina del sello. Me lo han puesto en el otro extremo de la carta opuesto a donde estaba el sello; me lo han puesto, como a ti, Raúl, en el reverso del sobre (¡o en el anverso de una postal!). Cuando lo ponen en el reverso de un sobre, sobre todo en una carta bonita, como las nuestras, tiene una cierta explicación, pero que veremos que se desargumenta en un momento. Cuando lo ponen en el reverso de un sobre bonito o bellamente preparado, "para no estropear la composición del mismo", en realidad lo que están pensando es:
"huy, este sobre tan chulo; no voy a mancharlo con este matasellos, así que se lo pongo por detrás". Pero es que, en ese pensamiento, aún demuestran más que entienden todavía menos la función del correo, porque la 'belleza' de ese sobre no está completa sin el matasellos o las marcas postales que sean necesarias; esto es, que los matasellos no manchan el sobre, sino que lo enriquecen y lo hacen más bello postalmente hablando. En mi caso, la belleza del anverso de tu sobre, Raúl, es muy alta y me gusta mucho, pero es una belleza 'incompleta' pues le falta el matasellos.
Perdonad la chapa, pero sufro tanto la incompetencia de Correos en esta función que no puedo por menos de desahogarme. A ver si de rebote a alguno de Correos que se pase de refilón por aquí le pitan los oídos y así le llega el mensaje a alguien (aunque lo dudo).
"No preguntemos si estamos plenamente de acuerdo, tan sólo si marchamos por el mismo camino" (Goethe)