Jose escribió: ↑07 Jul 2023, 10:09
Lo de las pebreras es anecdótico, lo pusieron para decorar, aunque coincido en que si no es típico, mejor no ponerlo.
¡Qué guay!

. La de cosas que se aprenden en este foro, aunque sea a costa de las cagadas de Correos

. No sabía yo que a los/las
piperrak en euskera, en llengua valenciana se las conocía como
pebreras. Lo que, por otra parte, tiene toda la lógica, pues es la evolución natural del étimo original.
Tanto la palabra
piperra, piparra (eusk.) como la palabra
pebrera (val.) derivan de la palabra
piper 'pimienta' en latín, que lo toma del griego πιπέρι
pipéri, pero el origen primigenio es el sánscrito पिप्पलि (
pippali) [de esta raíz deriva también
paprika]. Aquí hay que indicar que todas estas palabras
pippali,
pipéri,
piper (y
pebrera y
piperra) originalmente significan solo 'pimienta', no 'pimiento' (eso se verá luego) y que la pimienta era una especia originaria de la India, lo que explica el origen sánscrito del término.
El término
piper latino evolucionará en romance italiano primitivo hacia >
peper >
pepe (todavía hoy se usa
pepe en italiano para 'pimienta'). En provenzal del área mediterránea francesa y en occitano interior se repronuncia como
prebe >
pevre y en el área oriental de la península (valenciano, catalán; también en romance aragonés) como
pebre,
pebrera. Todas las lenguas europeas (con la excepción ibérica occidental que comentaremos luego) adoptan esta raíz sánscrita para 'pimienta'; además de los romances antes citados estarían el francés
poivre o el rumano
piper, y entre las lenguas no romances europeas baste citar los ejemplos de lenguas madres de áreas variadas como el inglés
pepper, el alemán
Pfeffer, el sueco
peppar, el checo
pepř o el polaco
pieprz (
poper, esloveno;
pipar, estonio,
pippuri, finés, etc.).
La única excepción a esto se produce en el área ibérica occidental (castellano:
pimienta; portugués:
pimenta; gallego:
pementa) que adoptan, para denominar a la especia 'pimienta' una evolución del latín
pigmenta, plural de
pigmentum, originalmente 'color' pero que también se usaba en latín tardío para indicar 'drogas', 'especias' o 'sustancias medicinales'. De otro modo, el castellano, el gallego y el portugués utilizaron para indicar pimienta un término genérico que significaba 'especia', mientras que el romance valenciano, el catalán, el aragonés y todas las demás lenguas romances y no romances europeas utilizaron para pimienta el término específico que significaba 'pimienta'. La causa de esto probablemente se deba a que, al ser la pimienta originaria de la India, en la Edad Media era más conocida en el área oriental europea y en el área mediterránea (por las rutas comerciales) y que llegaba mucho menos al extremo occidental peninsular, por lo que no se necesitaba un término específico para ella, sino que bastaba el término de 'una especia más. También pudiera ser que naciera como un vulgarismo (como hoy diríamos con
mejunje) para designar a las salsas de colores (
pigmenta) que incorporasen especias.
Hasta el siglo XV todo esto significaba solo y exclusivamente 'pimienta'. El que luego significase también 'pimiento' (que al ser una planta americana no se conocía hasta ese siglo) se debe a uno de los muchos errores (lógicos) cometidos con la colonización de América. Recordamos que cuando Colón y los posteriores llegaron a América creían estar en las Yndias (creían que habían llegado a la India por el otro lado) y que cuando allí descubrieron el ají ('pimiento' americano) creían que era una variedad de la pimienta india.
Ají proviene del taíno
haxi, documentado por primera vez en castellano en la anotación del martes 15 de enero de 1493 del
Diario de a bordo del Padre Bartolomé de las Casas donde dice:
“También hay mucho ají, que es su pimienta, de ella que vale más que pimienta, y toda la gente no come sin ella, que la halla muy sana: puédense cargar cincuenta carabelas cada año en aquella Española”. De aquí se extenderá la doble acepción pimienta/pimiento a todas las demás lenguas y nótese también el aspecto comercial de la cita "puédense cargar cincuenta carabelas cada año" con ella, toda vez que la pimienta originaria era considerada un artículo de absoluto lujo, solo al alcance de las cortes europeas, no tanto por su valor de especia 'de sabor', sino por su valor como 'conservante de alimentos'.
"No preguntemos si estamos plenamente de acuerdo, tan sólo si marchamos por el mismo camino" (Goethe)