IRIS escribió:Pues seguro que muchos empezaron como tu. Yo no tenía a mi alrededor ningún coleccionista, pero desde pequeña guardaba un montón de cosas.
De lo que si que me he dado cuenta es de que muchos coincidimos en haber abandonado la afición durante años y luego retomarla otra vez con fuerza.
Veo que tienes ilusión y pasión. Por si fuera poco te gusta la historia. El coctel perfecto para ser una gran coleccionista.
Un saludo. Iris

Hola Iris, yo de todo lo que he tenido ya no tengo las pequeñas colecciones que tenia de muchas cosas, no tengo ni idea de donde abran ido a parar, como la colección de conchas, conchas que recogía en las playas. De pequeña cuando iba a la playa siempre iba cerca de las rocas para ver si encontraba algo como conchas o piedras lisas ( eso si, piedras pequeñas), hoy.....ya me gustaría que apareciese todo eso, no se en donde lo he metido. y hablando de conchas, antes en la playa metías la mano en el agua hasta la arena y ya sacabas berberechos, y allí mismo los abrías y te los comías vivos, hoy no se puede hacer eso porque tienen que ir a la depuradora. Como ha cambiado lo del marisco a través de los años, antes según me han contado el marisco se usaba para abonar la tierra, suena ridículo pero era así, era la comida de los marineros o los pobres. Recuerdo que antes no era lo que era hoy, en Carril (esta en Vilagarcía de Arousa.) las almejas son enormes y eran baratisimas, hoy ya no están tan baratas, y en comparación al ver las almejas japonicas esas o japonesas, las ves y te preguntas si son berberechos por lo pequeñas que son

, en una taberna de Coruña que se llamaba el aguillon te ponían con un refresco o cualquier bebida una presa ( pero una presa grande) de minchas, y ahí estabas tu entretenida quitandolas de la concha con un alfiler, hoy con los precios que tienen ya no las pueden regalar como antes, digamos que no son tan caras pero no de la misma manera que antes. y hablando de playa, este verano ni la he pisado porque no he podido.
Sobre lo de abandonar colecciones, es normal, no hay peor enemigo para eso que obsesionarse con lo que sea porque llega a cansar, no obstante siempre vuelve. sobre la pasión si, me encantan estas cosas, me encanta ir por ejemplo a mercadillos y tiendas de segunda mano, y si veo algo que me guste me lo llevo por muy sencillo que sea, ademas ya me conocen y me tienen guardado hasta cosas, como medallas, colgantes o anillos que aunque sean de chatarra algunos son muy bonitos y tienen a sus espaldas muchos años, en algunos casos 80, 90 o 100 años. La verdad es que prefiero no pensar de donde sale todo eso.
También confieso que me gustan mucho las postales, sobretodo las postales bonitas o antiguas en las que se ven como han cambiado ciertos lugares ( algo que no le importa a nadie o a casi nadie, todo sea dicho), sobre las postales, las que me compro son las escritas y con sello, son mucho mas bonitas y el valor de las mismas no sera muy alto, pero el valor sentimental es impagable.
un saludo
