Ella, angustiada por tratar de tener el cuño del matasellos limpio para cuando le bajo una carta de las que quiero que vayan "bonitas"... se desesperaba al ver que por mucho alcohol y algodón que utilizaba para limpiar de tinta el instrumento... no conseguía arrancarle toda la mugre y devolverle al matasellos su nitidez original.
Pues bien... he aquí el truco para que, si tenéis confianza con vuestro cartero, aplique a su instrumental:
Tómese una goma elástica de las del pelo, y trátese de hacer una especie de pelotilla o bola la susodicha y, sin aplicarle ningún producto adicional, límpiese con brío la superficie entintada del cuño. Tras varias pasadas... las pelotillas de mugre acumulada durante años irán cayendo al suelo de la oficina postal rural o urbana.
El Resultado: IMPECABLE.


Espero que tengáis ocasión de transmitir esta técnica casera a vuestros más allegados funcionarios.


Un abrazo.