Holas
Rosa Mari, además de mi bienvenida más calurosa al foro (ahora que ya comienza el fresco), me alegra que hayas aclarado estas cuestiones sobre este punto, aunque yo tengo la última brizna de duda, surgida al ver que haces la diferencia entre Cartero y otros empleados de correo, en este caso, que convierten el envio de la carta inicial del tema en un envio que no se acoje a franquicia, sino que es un envio oficial sin más, a pesar de los cuños de certificados que se estamparon al frente.
¿Todos los empleados del ramo gozaban del mismo tipo de franquicia o había algún estamento o clase que tuviesen alguna ventaja en determinados aspectos?. Todos los sobreportes, ya fueran derechos de certificación, urgencia, sobretasas etc., ¿quedaban exentas para todos los integrantes del Cuerpo, de la Franquicia que históricamente disfrutaban?
Ya queda claro que el certificado era intocable, aunque la pieza de Paco parece ser un pago del derecho de certificado a secas por parte de un Cartero, que imagino seria desconocedor de que ellos debían enviarlas a "fondo perdido, o regaladas"

pero que es de lo más interesante

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Resulta ser todo este asunto, bastante estimulante y aprovecho para recolgar una carta que salió hace tiempo en otro tema, que en principio partió en direccion a Gijon, con destino al Jefe de Correos, con un sello benéfico como "único" franqueo, anulado con cuño de Valores declarados, pero que luego es reexpedida a Oviedo, tachando Correos y escrbiendo a "Toros" (interpreto que es una indicación ajena a correos y que creí siempre, relacionado con los toros

) buscando al destinatario .
En todo momento, ¿el trayecto de estas cartas, una vez reexpedidas con destino a ubicaciones donde el empleado figure ya como particular, en sus quehaceres no relacionados ya con el correo o con su puesto en el cuerpo, seguian disfrutando de la franquicia sin ningún tipo de limitaciones?

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Bueno, un saludo a todos y esperamos que Rosa Mari regrese
