Se trata de las perforaciones comerciales tan en boga en tiempos pasados. La finalidad de las mismas es que las empresas utilizaban sus siglas en la perforación para evitar que se sustrajeran de la caja de los sellos para uso particular.
Correos tan puntillosos en aquellos años, vigilaban muy de cerca el cumplimiento de la norma, esto es, asegurar que los sellos adheridos a las cartas correspondieran al membrete de las mismas.
Ahora bien, el coleccionismo consideró inservibles los sellos perforados hasta hace unos años en que un entusiasta y buen amigo Florentino Pérez restableció su validez y editó un interesante catálogo.
Solamente añadir que previamente el joven propietario de la colección que nos sirve de divulgación, fue el primero en introducir los perforados, cuyo ejemplo se incluye.
Resta sólo decir, que si aburrimos con tantos datos y ejemplos sólo con el deseo de transmitir nuestra experiencia, a la menor indicación cambiaremos de disco.
Josellito para los amigos.
