Más que corredores son gatos derrapadores....
Vamos ahora con unos felinos muy literarios, los gatos de Colette.
Sidonie Gabrielle Colette nació en Saint-Sauveur-en-Puisaye el 28 de enero de 1873 y falleció en París el 3 de agosto de 1954.
Sus primeras obras (se publicaron entre 1900-1903 con la firma de su primer marido) fueron la serie de novelas autobiográficas protagonizadas por Claudine.
Colette se convertiría en las primeras décadas del siglo pasado en un personaje admirado y calumniado a partes iguales. Personificó la imagen de la mujer que lucha por sus derechos en claro enfrentamiento a los convencionalismos. Tres veces casada, amante de hombres y mujeres, actriz del music-hall...
Recibió la Legión de Honor en 1920, fue la primera mujer en presidir la Academia Goncourt en 1949 y la primera escritora que tuvo derecho a unos funerales nacionales a pesar de que las autoridades de la Iglesia le negaron los ritos cristianos aludiendo a su vida escandalosa y a lo anticlerical de algunos de sus escritos.
En la serie de Claudine y en toda la obra de Colette los gatos -a los que admiraba tanto por su libertad e indepencia como por su belleza y sofisticada elegancia- están siempre presentes acompañando a los protagonistas y siendo a menudo testigos de confidencias de estos.
Cuando, en 2003, La Poste emitió un sello dedicado al personaje de Claudine se incluyó un persa blanco en el diseño.
Anteriormente, en 1973, el sello dedicado al centenario del nacimiento de la escritora y periodista presentaba la silueta de otro gato situado tras Colette.
Otro más en la ilustración de este sobre primer día de emisión.
Colette pasó sus últimos años recluida a causa de la artritis en su apartamento en el Palais-Royal, allí falleció rodeada por sus gatos.
Fue enterrada en el cementerio Pere Lachaise de Paris.

Los gatos, el blues, el jazz... y otras muchas cosas.