1973 C

Hasta su XIV Congreso de 1920 no asumió la lucha de clases como principio básico de la acción ugetista, aunque nunca llegó a establecer un órgano mixto de conexión institucional con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el sindicato sí estuvo relacionado con el partido desde su nacimiento, ya que hasta la década de los 80 la sindicación a UGT suponía la afiliación al PSOE y viceversa.
1974 S

1975 S

En el periodo de la I Guerra Mundial se produjeron tácticas de acercamiento y unidad de acción con los anarcosindicalistas de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y los comunistas, interrumpidas bruscamente al advenimiento de la dictadura de Miguel Primo de Rivera cuando la CNT se opone rotundamente al golpe de estado, siendo por lo tanto prohibida por la dictadura, mientras la UGT muestra una actitud de pasividad y colaboración que le permitió seguir funcionando.
1976 S y 1977 C


Durante la época de la II República, la creciente influencia de la UGT, que rebasó el millón de afiliados, fue aprovechada por el ala más radical representada por Largo Caballero para apoyar la huelga revolucionaria que desembocó en una insurrección armada en contra el Gobierno republicano , la revolución de 1934, y cuyo desarrollo violento fue el preludio de la posterior Guerra Civil durante la cual, ahondaron las fisuras internas y provocaron la salida de Largo Caballero de la Secretaría General en 1937.


Tras el exilio derivado de la victoria franquista, las actividades de la central pasaron de la clandestinidad durante la dictadura a su resurgimiento en el marco de la transición democrática, junto con Comisiones Obreras (CCOO), constituyendose como las opciones con mayor afiliación en la España democrática.
1978 S

1979 C y 1981 S

