No, Luis, los tiros no van por ahí. Yo, tu, una empresa, una asociación benéfica compra sellos, franquea cientos de cartas y las deposita en un buzón. Hay que cancelarlos. ¿A mano?

Eso no se lo cree nadie. Cualquiera le dice a un funcionario de admisión que tiene que matasellar A MANO:
- 200 cartas de la Asociación de Amigos del Pie Izquierdo.
- 500 cartas de la Sociedad Tarraconense de Radioterapia Compulsiva.
- 156 cartas del Montepio de Jugadores de Mus.
- 1000 cartas de Cementos Lácteos de Calasparra, S.A.
- 100 cartas tuyas del CECE
- 6 cartas mías para mis amigos.
Y nadie puede exigir desde Correos que no se entregue tal cantidad de cartas, salvo que se entreguen por una ventanilla específica (admisión masiva) y que si son más de un número determinado, vayan ordenadas por destinos.
No, repito, no pueden exigir ninguna otra cosa. Tu, yo, los de Calasparra, el Montepío, los del Pie, los de Tarragona y los Lácteos podrán franquear su correspondencia con los medios de franqueo admitidos. Ni más, ni menos.
Los sellos no van a desaparecer, NUNCA. Son el chocolate del loro. ¿Has visto que hayan desaparecido o vayan a hacerlo en países que usan 5 o 10 veces más el correo que nosotros? ¿Es que allí no hay sistemas de franqueos ultra-super-modernos?