Mi guaja acaba de recibir una cartina de los Reyes Magos de Correos que, desde el punto de vista filatélico más que penosa. Una vez más se demuestra que Correos no está por la labor de difundir la filatelia, más bien parece que trata de hundirla.
Ya no es que no se moleste en pegarle un maldito sello al sobre, es que ni siquiera lleva un ATM. Por no tener, no tiene ni matasellos, ni franqueo mecánico, impreso ni nada. Vamos, que la única prueba de que el sobre circuló es el código de barras fosforescentes de marras.
Lo único positivo fue la alegría de la mi fía cuando la recibió.
En fin, más de lo mismo, por parte de "la Compañía de todos". ¡A veces casi es mejor estar sólo!.
Me voy a pensar seriamente en hacerme ciudadano de la Isla Perejil. La Posta Talibana sí que usa los sellos que emite.


