Cuando no existía la palabra globalización, o por lo menos no se mencionaba, hace como veintitantos años y me carteaba con toda la América hispana, no entendía como el 99 % de mis corresponsales me pedían, insistentemente, que enviáse mis cartas certificadas. Claro está que enseguida, en pocos meses, lo entendí... cuando empecé a recibir cartas diciendo que no llegaban mis cartas.
No es cuestión de quiénes están ahora, y si ahora hay más pillaje, o más funcionarios corruptos: es que esto era
exactamente igual hace veintitantos años, con Chaves o sin él, por mucha parafernalia que se monte ahora en Venezuela, porque entonces, también con el entonces amigo de España, Carlos Andrés Pérez, recibián una de cada tres cartas que yo mandaba.
Saludos, si me leéis, amigos de Maracaibo y de la Barcelona venezolana.