El otro día fuí a enviar un certificado en la estafeta de correos de mi barrio.
Y le dije al funcionario. "Hágame el favor de ponerme sellos en la carta y no esas marcas cuadradotas tan poco originales que ponen ahora, y póngame también los matasellos bien puestos, que es para un amigo coleccionista".
El hombre se esmeró, o al menos lo intentó. Ya veremos lo que dice mi amigo, cuando reciba la carta.
El caso es que sólo tenía sellos de 43 céntimos de euro, que a continuación os muestro.
Como estos sellos eran autoadhesivos, los tuvo que despegar de su soporte y pegarlos uno a uno.
Según despega el primero, el sello sólo se despega como la mitad o un poco menos. Y dice el hombre, que se había roto, así que despega el otro medio y lo pega en la carta también.
Con el segundo sello le pasa lo mismo, con el resto de sellos no le pasa y se despegan correctamente.
Ya andaba yo con la mosca detrás de la oreja y le pido que me deje ver los pliegos que tiene.
En uno de ellos en la última fila de sellos, descubro que tiene como un trepado del papel, parecido al trepado de separación de los sellos.
Es como si la máquina que los ha impreso hubiera pasado una cuchilla por toda la fila.
Ahí os subo el bloque que me llevé a casa.

Detalle de uno de los sellos con la línea de la cuchilla o lo que sea. Como véis está justo debajo de "Correos España" y va a lo largo de toda la última fila de sellos y del soporte sobre el que van pegados.
La pregunta es, ¿puede esto considerarse una variedad?
